El descenso del Barranco de Chimiachas
Uno de las muchas maravillas que esconde el Cañón del Río Vero es la famosa «Cocineta», una inmensa escotadura abovedada, de paredes lisas y colores anaranjados. Esta impresionante bóveda, es la salida y último rapel del Barranco de Chimiachas.
El Chimiachas fue bien conocido en tiempos pasados, por ser bordeado en su tramo medio por un arriesgado camino de pastores, con su punto critico en el Pasolén (paso lento), un punto muy expuesto que cantea los precipicios del Vero.
Es es uno de los grandes de la Sierra de Guara, con sus numerosos rapeles que van desde los 10 m. hasta los 45 m. finales.
Es un descenso seco, (solo correrá un poco de agua en época de lluvias), que se puede combinar con el descenso del Río Vero, hasta Alquezar. No es complicado técnicamente, si exceptuamos que se debe de saber rapelar con soltura y tener pericia en los movimientos de cuerdas. Aunque exige cierta condición física para soportar con entereza su acceso, bajada y retorno, que es largo.
En 1000m, de desarrollo lineal, desciende 250 m, que lo hace vertiginoso.
El paisaje es grandioso, la zona apartada y salvaje y tiene el añadido de poder visitar la pintura rupestre de un ciervo muy bien conservado y que se cataloga como una de las mejores representaciones naturalista del Alto Aragón, y que se encuentra escondida en la cabecera del Cañón.
Un clásico del Barranquismo.
Tarifas Descenso de barrancos nivel III
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(*) Grupos máximos de 6 personas.
| Material aportado por el cliente | Material provisto por la empresa |
| Bañador, toalla, calzado deportivo y ropa de repuesto, comida. | Traje completo de neopreno isotérmico, casco, material técnico necesario y seguro deportivo. |
| Edad | Duración |
| 1 día | |
| Personal | |
| Guías titulados y especializados. |
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