El Barranco Basender es sin duda uno de los cañones mas bellos de las Sierra de Guara, para los que desean iniciarse en este mundillo.
A pesar de utilizar la cuerda, es muy asequible para cualquier persona, con un mínimo de condición física. Es una excelente alternativa, para los meses de frio o cuando otros cañones llevan exceso de caudal. Es de los cañones que hacen afición.
Tarifas Descenso de Barrancos
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Material aportado por el cliente | Material provisto por la empresa |
Bañador, toalla, calzado deportivo y ropa de repuesto. | Traje completo de neoprene isotérmico, casco, material técnico necesario y seguro deportivo. |
Edad | Duración |
de 7 años en adelante. | 1 día o 1/2 día. |
Personal | |
Guías titulados y especializados. |
DESCRIPCIÓN DEL RECORRIDO DEL BARRANCO BASENDER
Su descenso marca muy bien el proceso de formación de un cañón, al principio casi llano, va labrando la roca a través de pasillos poco profundos.
Poco a poco el gran trabajo erosivo va abriendo grandes salas, hasta llegar al ultimo salto, de 14 metros, que es el rapel mas grande del descenso. Su recorrido suma 5 rapeles fáciles y divertidos, cuyas alturas van desde los 10m. hasta los 14m.
El descenso acaba en el Rio Vero, donde también nos espera un paraje de colosales murallas de caliza naranja. Sinuosos pasillos, grandes bóvedas de roca, caprichosas formaciones , galerías bien marcadas y una vegetación justa que da color al la bajada, que sin duda entusiasmara a cualquiera.
Barranquismo en el Cañón del Basender
Cuando llegan los fríos del invierno, el Cañón de Basender empieza a despertar para los hijos de la aventura. Estos, entretenidos todo el verano en descensos de aguas cálidas, se olvidan que hay otra vivencia del Barranquismo en la Sierra de Guara, diferente a los chapuzones, saltos, toboganes o rapeles en cascada de aguas amables. Cuando arrecia el mal tiempo y no queremos helarnos en el agua, cobran protagonismo los cañones secos y sobre todos ellos, el cañón de Basender, un afluente del Río Vero..
En este bello descenso, las marchas de aproximación y de retorno no se hacen pesadas, cosa que a veces preocupa a los barranquistas, son un ingrediente más de esta jornada montañera.
Desde el parking, situado en la cabecera del Río Vero, hemos de cruzar el río y en un progresivo ascenso, llegamos hasta el inicio del cañón. Habrán pasado alrededor de 30/ 40 minutos. El camino bordea los espectaculares precipicios que escoltan al Río Vero, solazándonos con ese soberbio entorno ideal para rodar «Juego de Tronos». A pesar de que su etimología de raíz vascuence, «Basa-ande re» que significa «Señora del bosque», aquí no hay sino unos pocos árboles. Este es el Reino de las rocas.
En la misma boca del cañón nos colocaremos los arneses, cascos… y como en todos los descenso guiados, el guía nos dará unas explicaciones sobre la ruta y nos dará un pequeño taller de rapel. Este descenso es ideal para aprender a manejarse con esta técnica. Todos los rapeles del recorrido son nobles y no hay que andarse con florituras de posición, ni péndulos raros, ni piedras sueltas… nada. Son rapeles limpios, de fácil maniobra, solo hará falta una cosa para disfrutarlos: confiar…en nosotros, en el material, en el guía.
¡¡Fácil… cogemos la cuerda con firmeza, echamos el culo al vacío, y a gozar de la bajada!!
Todos los rapeles van asegurados con otra cuerda que maneja el guía, así que nos podemos relajar. Si algo se tuerce, nuestro querido guía, con total facilidad, nos solventará el asunto.
El primer salto que nos encontramos es de 11 metros, será aquí donde tendremos las primeras sensaciones de vuelo…al principio temerosos, pero pasado este bautismo aéreo ya solo quedará disfrutar de la actividad.
Desde aquí y hasta el final, el cañón se va haciendo más profundo, la erosión lo ha ido trabajando durante miles de años, taladrando la caliza, dejándola lisa como un visón. En algunos tramos las paredes de ambos lados parece que se juntan, formando unas bóvedas que hacen la versión montaraz y agreste de una catedral gótica.
Se van sucediendo más saltos que como el primero, rozan los 10 metros. El último rapel es de 14 metros, es el quinto y el más largo del recorrido. En la misma cabecera del rapel oiremos un rugir sordo, amenazador…es el Río Vero, que discurre revoltoso a escasos 50 metros. Con ayuda de las cuerdas descenderemos hasta él, atravesando otra magnífica bóveda que hace de caja de resonancia y que vamos a fotografiar con toda seguridad. Desde que comenzamos el descenso habrán pasado alrededor de 3 horas.
Hemos llegado al final del descenso, pero no acaban aquí las aventuras… aún nos queda vadear el río, como en esas películas de antiguos exploradores. Dependiendo del caudal que lleve el río o de otras circunstancias, lo vadearemos hasta 3 veces. Aquí veremos desde abajo, aquellos bravos acantilados que nos causaron asombro en el camino de subida al cañón. Miramos hacia arriba y nos sobrecoge, de diferente manera pero con la misma admiración. Es la casa de un gigante desmesurado.
En nuestro camino al coche, se debe remontar el río, pasando al lado del antiguo molino cuyas ruinas nos hablan de mejores tiempos y por la presa que lo alimentaba. Este bonito paseo de vuelta no nos llevará más de 30 minutos. Y de vuelta a casa, felices por esta grata jornada, diremos:»¡Esto es todo, amigos…. del barranquismo!
Ficha Técnica | Barranco Basender |
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Punto de partida | Parking Rio Vero LECINA. | Periodo | Todo el año |
Rapeles | Si, hay 8, el más largo de 14m | Caudal | Barranco seco |
Escapes | No | ||
Comb.vehículos | No | ||
Horarios | Acceso al barranco: 30min Descenso aprox: 2 horas Retorno: 30 min |
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